Poema El Cumpleaños de Jesús. Poema de Navidad

Este poema cristiano navideño
del cumpleaños de Jesús
puede ser usado en los actos de navidad
de las iglesias, de las escuelas 
y puede compartirse en las reuniones 
familiares.  
Celebremos a Jesús, el cumpleañero
de esta Navidad, demos el lugar
que merece en nuestros corazones
y dejemos que nos dé una vida 
abundante y plena.  

Que esta sea una verdadera 
feliz navidad con Jesús 
como el centro de todo.

Poema El Cumpleaños de Jesús.

Poema de Navidad.

Me senté en mi trono majestuoso

y desde el cielo contemplé al mundo,

 estábamos en vísperas de mi cumpleaños

y por todas partes había intensa actividad.

Pense: - ¡Claro! Es mi cumpleaños

y todos se están preparando para celebrarlo.

¡Regalos! ¿Cuántos iría a recibir?

Me encantaban los regalos de almas entregadas a mí,

disfrutando de la vida abundante que ofrezco. 

Me llenaban los regalos de pensamientos puros

y de elogio y adoración hacia mi persona,

Me satisfacían los regalos

de testimonios de vidas

que reflejan mi vivencia en ellos

¿Cuántos iría a recibir?

En otras muchas casas había

representaciones de mi nacimiento en Belén

¡Qué curioso! Yo no estaba todavía

en la cunita de paja que todos hacían.

Me hizo reflexionar esa ausencia:

Así estaban muchas de esas vidas

que hacían pesebres,

sin mí, Jesús, en sus corazones,

careciendo de mi cariño y mis cuidados.

Pero llegó el día cuando aparecí

en aquellos establos de mil formas,

era un niñito blanco con ojos verdes,

de yeso, de plástico o de porcelana.

¡Qué tristeza! Un muñeco que ni hablaba ni escuchaba

era lo que me representaba,

para ellos, un ser indefenso que a este mundo llegaba

que estaría allí hasta que ellos mismos quisieran

y en Enero, me pondrían otra vez

en el baúl de los recuerdos.

Hasta que ellos mismos quisieran

iba a estar mi supuesta imagen,

¿Cómo creen todos ellos que voy a quedarme

donde ellos quieran?

¿Se olvidan acaso que soy Dios,

el Rey de reyes y Señor de señores,

que vivo sentado en mi trono excelentísimo

con mi Padre amado y adorado?

Además, no soy un niño blanco de ojos verdes,

no soy racista ni busco color.

Me encuentran los negros si me buscan,

también los blancos, los morenos y los amarillentos,

los indios y los árabes tostados por el sol.

A mi fiesta muchos no llegaron,

y escasos también fueron los regalos,

unos buenos, como yo los quería,

y otros regalos a medias

los cuales me entregaban

y luego los mismos dadores me los quitaban,

así es que creo que no se podían llamar regalos.

Me daban sus vidas todas por un momento

pero tan pronto se iban de la fiesta

me las quitaban de las manos

y vivían a su manera.

El preciso día de mi cumpleaños

me senté cerca de los teléfonos,

una línea para cada ser humano.

Pero fue aún más triste la espera de llamadas.

¡Casi nadie llamó para felicitarme!

aún cuando habían más de tres mil millones de personas

que me conocían y sabían de esa importante fecha,

sólo disculpaba a los que nunca habían escuchado de mí,

de todas maneras sus líneas telefónicas ya estaban conectadas

por si alguien les había contado de mi.

Era el cumpleaños más conocido del mundo,

pero el menos asistido,

el cumpleañero más nombrado del mundo

pero el más ignorado.

Y alrededor del mundo pude observar

que no existe en la mayoría una Navidad,

sólo es un pretexto para gastar y comer,

para reunirse con amigos y familiares,

para vender y comprar y de materialismo todo llenar.

Pero quiero expresarle a todo el mundo

que sin mí no habría Navidad,

no habría razón de vivir ni esperanza en el porvenir.

Sólo a través de mí se llega a Dios el Padre

Soy Yo el Camino, también Soy la única Verdad

en todo lo que nos rodea,

y como toque final,

Soy la Vida.

Por Mery Bracho

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