El libro de Zig Ziglar, "Nos Veremos en la Cumbre", comenta cómo los japoneses cultivan el árbol Bonsai. Aunque es un árbol hermoso y completo solo mide algunos centímetros.
También comenta sobre el árbol gigante llamado secoya, que se encuentra en los bosques .
Uno de estos árboles, al que llamaron el Gran Sherman, tiene una altura de 82 metros y una circunferencia de 23.7 metros, es tan grande que con la madera que produciría cortarlo se podrían construir 35 casas de 5 habitaciones cada una.
Cuando eran semillas tanto el Gran Sherman y el bonsai midieron lo mismo y cada uno pesaba menos de 0.01 gramos.
El crecimiento fue lo que hizo la diferencia y nos da una lección de vida.
Al asomar la punta del tronco del Bonsai en la tierra, los japoneses lo desenterraron, amarraron su raiz principal y otras raices de alimentación, impidiendo su crecimiento dando como resultado esa hermosa miniatura.
En cambio, la semilla del General Sherman se desarrolló con todos los minerales de la tierra, la lluvia y el sol. Llegó a ser un árbol gigante.
Tú puedes escoger tu destino, el bonsai y el Sherman no pudieron.
Tu eliges, ser tan grande o ser tan pequeño. La manera como te ves a ti mismo determinará cómo serás.
Resumen Libro "Nos veremos en la Cumbre", Zig Ziglar, 1982. Página 90.
"Así como las raíces del bonsai son amarradas por los japoneses, hay personas que no nos dejan crecer, pero tenemos nosotros como individuos, una voluntad y la sabiduría de Dios para decir "no" y desarrollar todo nuestro potencial.
Puede ser que seas tu mismo quien te esté amarrando a cosas sin sentido, a temores y pensamientos, a errores, a fracasos, es hora de buscar las profundidades de Dios y echar raíces para crecer hasta la plenitud de nuestras vidas. "
Por Mery Bracho.
Cuando yo sea grande ya verás. Comparación del bonsai y un gran árbol. Crecimiento personal. Buena autoestima. Ganas de vencer. Autodeterminación. Miedo al fracaso. Temores.
También comenta sobre el árbol gigante llamado secoya, que se encuentra en los bosques .
Uno de estos árboles, al que llamaron el Gran Sherman, tiene una altura de 82 metros y una circunferencia de 23.7 metros, es tan grande que con la madera que produciría cortarlo se podrían construir 35 casas de 5 habitaciones cada una.
Cuando eran semillas tanto el Gran Sherman y el bonsai midieron lo mismo y cada uno pesaba menos de 0.01 gramos.
El crecimiento fue lo que hizo la diferencia y nos da una lección de vida.
Al asomar la punta del tronco del Bonsai en la tierra, los japoneses lo desenterraron, amarraron su raiz principal y otras raices de alimentación, impidiendo su crecimiento dando como resultado esa hermosa miniatura.
En cambio, la semilla del General Sherman se desarrolló con todos los minerales de la tierra, la lluvia y el sol. Llegó a ser un árbol gigante.
Tú puedes escoger tu destino, el bonsai y el Sherman no pudieron.
Tu eliges, ser tan grande o ser tan pequeño. La manera como te ves a ti mismo determinará cómo serás.
Resumen Libro "Nos veremos en la Cumbre", Zig Ziglar, 1982. Página 90.
"Así como las raíces del bonsai son amarradas por los japoneses, hay personas que no nos dejan crecer, pero tenemos nosotros como individuos, una voluntad y la sabiduría de Dios para decir "no" y desarrollar todo nuestro potencial.
Puede ser que seas tu mismo quien te esté amarrando a cosas sin sentido, a temores y pensamientos, a errores, a fracasos, es hora de buscar las profundidades de Dios y echar raíces para crecer hasta la plenitud de nuestras vidas. "
Por Mery Bracho.
Cuando yo sea grande ya verás. Comparación del bonsai y un gran árbol. Crecimiento personal. Buena autoestima. Ganas de vencer. Autodeterminación. Miedo al fracaso. Temores.