Nuestras palabras son documentos legales, escritos en el mundo espiritual.
Proverbios 18.21 dice: La muerte y la vida están en poder de la lengua.
Si hablamos palabras que están de acuerdo a la Palabra de Dios, tendremos éxito, pero si hablamos palabras que no estén en línea con Dios, tendremos resultados desagradables.
En la Biblia, que es nuestra guía, notamos que Dios le da mucha importancia a nuestras palabras.
Para él son tan legales las palabras pronunciadas, como es para nosotros un documento firmado y sellado.
Las palabras son documentos legales escritos en el mundo espiritual. Por medio de estos documentos Dios se mueve a nuestro favor, pero de acuerdo a lo que pronunciemos pudieran darle poder a las cosas negativas.
Existen personas que son esclavas de las enfermedades debido a que hablan mucho de ellas y se quejan. Sus cuerpos reaccionan de acuerdo a lo que sus labios confiesan. Santiago 3:6 dice que la lengua contamina todo el cuerpo. Prov.18.21.
Tenemos que erradicar toda confesión de derrota, muerte, enfermedad y pobreza de nuestros labios. Si usted está tentado a pronunciar palabras negativas cierre su boca y no diga nada o mejor diga una palabra de fe.
Escribe cosas buenas con tus palabras para tu vida,tus negocios, tu familia y tu cuerpo.
Que tu vocabulario no sea de incredulidad y fracaso sino de éxito y victoria.
Hoy en día muchos padres maldicen a sus hijos sin darse cuenta del efecto que están produciendo en el mundo espiritual de sus vidas.
Si no ignoraran el daño de este tipo de confesión, pensarían muy bien las palabras antes de pronunciarlas.
La Biblia dice:”El que quiere…ver días buenos, refrene su lengua del mal” I Pedro 3.10. Si quieres ver buenos días en tu vida refrena tu lengua de maldecir.
Resumen por Mery Bracho
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