Jesús, fuiste abandonado por tus amigos.
Triste y solo te sentiste
Triste y solo te sentiste
cuando vinieron por ti
aquellos hombres impíos
pues tus amigos se fueron de allí.
Uno primero te entregó
con un beso de traición
y sabiendo su condición
en su pecado murió.
Los demás, dice la Biblia,
se fueron de tu lado
Huyeron, Oh Cristo Amado,
al tú ser entregado.
Jesús, perdónanos si aún hoy
cometemos el mismo error,
de abandonarte
cuando más necesitamos tu amor.
Tómanos de la mano
guiándonos en toda bondad,
tú eres el camino, la vida
y por siempre la gran verdad.
por Mery Bracho
Poemas de Semana Santa
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