-Hola papá, ¡qué bueno que llegaste temprano hoy a casa!,
a veces tengo algo que decirte pero si es muy tarde y te noto cansado, no lo hago, algunas veces porque ya estoy durmiendo.
-Discúlpame hijo, no me había dado cuenta que les hacía falta contarme sus cosas.
-Papá, ¿sabes qué día es hoy? mmmmmm, (dice la fecha),
- ¿que te dice esa fecha?
-mmm, nada en particular.
- ¡Hoy es mi cumpleaños!, yo pensé que habías llegado temprano por eso. (hijo se entristece)
-Oh hijo, perdoname por favor, felicitaciones, ¡Cómo pude olvidar tan importante fecha!
Creo que voy a hablar en la empresa para no trabajar tanto porque me estoy perdiendo lo mejor de ustedes.
-Si papá, tus consejos nos hacen falta, también tus regaños de vez en cuando, o simplemente que estés aquí para ver que bien nos queda la tarea, o para contarte algo que nos pase.
-Pero es que ustedes también me obstinan a veces con sus peleas, y quisiera volar de aquí.
-Papá, ¿sabes? Cuando mamá y tú discuten también yo quisiera volar.
-Tú eres menor de edad y no puedes andar por allí en la calle.
-Cierto papá, tengo el deber de estar en casa y el derecho de tenerte cerca también.
-Tienen razón, reconozco eso, vamos a ver qué puedo hacer al respecto.
-Papá, te necesitamos en nuestras alegrías, no esperes que nos enfermemos para estar pendiente de nosotros, tú eres una importante persona para mí, en realidad, mamá y tú son las personas más importantes con quien podríamos contar.
-Gracias por tus palabras hijo mío, me has dado una gran lección.
Por Mery Bracho
Regalos recomendados para el Padre en su día
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