Por lo tanto, pónganse todas las piezas de la armadura de Dios
para poder resistir al enemigo en el tiempo del mal.
Así, después de la batalla,
todavía seguirán de pie, firmes.
Defiendan su posición,
poniéndose el cinturón de la verdad
y la coraza de la justicia de Dios.
Pónganse como calzado la paz
que proviene de la Buena Noticia
a fin de estar completamente preparados.
Además de todo eso,
levanten el escudo de la fe
para detener las flechas encendidas del diablo.
Pónganse la salvación como casco
y tomen la espada del Espíritu,
la cual es la palabra de Dios.
Oren en el Espíritu en todo momento
y en toda ocasión.
Manténganse alerta y sean persistentes
en sus oraciones por todos los creyentes en todas partes.
Efesios6:13-18