Dios me sanó con su bisturí divino, Su Palabra.
Él me llevó a la sala de operaciones
por padecer de malos pensamientos y actitudes,
algunos de ellos hechos tumores espirituales
que me tenían muy enfermo.
Luego de limpiar el área con su amor
y asegurarse que todo estaba listo
con mi obediencia,
tomó el bisturí de su Palabra bendita
y cortó hasta llegar
a lo profundo de mi corazón,
mis temores malignos extirpó,
aún aquellos que parecían benignos,
mis grandes heridas limpió con la sangre de Jesús
y me cosió con todo su amor.
¡Cómo me ha dolido! pero soy libre.
Dios me ha sanado,
libre soy de mi pecado.
Aunque sé que el proceso dolerá
lo acepto, pues nada se compara
a esta completa paz.
Por Mery Bracho
“Porque la palabra de Dios tiene vida y poder. Es más cortante que cualquier espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta lo más íntimo de la persona; y somete a juicio los pensamientos y las intenciones del corazón. Nada de lo que Dios ha creado puede esconderse de él; todo está claramente expuesto ante aquel a quien tenemos que rendir cuentas”. Hebreos 4:12-13
Curación divina. Cómo puedo curar mis malos pensamientos. Dios me sanó con su bisturí divino, su Palabra, la Biblia. Soy libre cuando Cristo me limpia de pecado. El pecado me esclaviza, Jesús me hizo libre. Dios me da libertad de malos pensamientos y actitudes.
Foto cortesía de Kurhan