Los viajes sin retorno del Rico y el Pobre. Reflexión cristiana corta

Dos hombres, uno salvo y pobre,

el otro perdido y rico,

dos vidas con diferente destino.

Abundante comida disfrutaba el rico,

fiestas espectaculares cada día,

y el pobre, hambriento, herido.

La generosidad se fue de viaje para siempre

de la casa del rico indolente,

ignorando al mendigo desfalleciente.

Tener riquezas y no compartir

es, en la saciedad, comenzar a morir.

Vence la avaricia, la ceguera al dolor.

Murió el pobre, llegó al destino feliz,

fue llevado por ángeles a la gloria,

murió el rico llevado al infierno.

Los sufrimientos eran pasado para el pobre,

mas para el rico eran presente,

lugar de tormento, llama ardiente.

Se abrieron los ojos del rico,

demasiado tarde, al pobre veía y anhelaba su gloria,

sufría al entender que no tendría esa victoria.

Cuántos ricos necesitan de Dios,

del mensaje de compasión y salvación,

Ese pobre ya no está pero estamos Tú y Yo.

Algún día moriremos, ya no habrá oportunidad

acepta la salvación ahora y sirve a otros sin demora,

los muertos no podrán decir esta preciosa  verdad.

 

Hay ricos extremadamente pobres en su interior

y  pobres que en su interior son extremadamente ricos

porque tienen a Cristo y su salvación, la vida eterna.

Por Mery Bracho

Parábola del Rico y Lázaro.

Lucas 16:19-31


Foto arriba cortesía de Sigurd Decroos
Foto abajo cortesía de winlord

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