Sansón, fuerte pero débil ante las mujeres

Sansón el hombre más fuerte del mundo, y quien fue juez de Israel por 20 años, tenía una gran debilidad, le gustaban las mujeres de tierras enemigas.  




Se enamoró de 3 mujeres filisteas, una de ellas era prostituta, quienes no amaban a Dios, ni le servían.  Podemos sentirnos muy fuertes en el Señor como personas cristianas, pero si nos enamoramos de alguien que no ame a Dios, estaremos en yugo desigual, desechando el llamado que Dios nos ha dado que es ser luz en medio de la oscuridad y servir fielmente al Señor.

Dalila, la última de las mujeres que le gustó a Sansón, insistentemente le pidió que le dijera en qué consistía su gran fuerza y por no haber guardado el secreto, aunque Dios le dio una última oportunidad de venganza, el mismo Sansón murió por su pecado.  Es muy difícil estar jugando con fuego por un tiempo sin quemarse, por eso es que la Biblia dice: Huye de las pasiones juveniles, haz morir lo terrenal en ti tal como los malos deseos, las pasiones desordenadas.

La primera mujer y Dalila,  de quienes  se enamoró Sansón, me hacen recordar la estrategia de Satanás: la insistencia, la constancia.  La primera lloró siete días seguidos para que Sansón le descubriera el enigma, insistió hasta lograr lo que quería.   Sansón se dejó dominar por sus emociones y porque le gustaba la mujer, finalmente, le reveló el enigma.  No debemos dejarnos dominar por las pasiones, por emociones, cerrando los ojos al mal que pueda estar más allá.  En ninguna parte dice que Sansón consultó a Dios para esto, tampoco sus padres estaban de acuerdo con esta relación.

En el caso de Dalila vemos las consecuencias de no apartarse aún cuando se veía que las cosas no andaban bien;  cuando hay peligro, debemos apartarnos.  Sansón se había dado cuenta de la estrategia que estaba usando Dalila para probar de dónde provenía su gran fuerza.  ¿Por qué entonces no se apartó de ella?   Comprometió su vida quedándose allí,  finalmente cayó en la trampa.  

Cuando nos quedamos en el pecado a veces es demasiado tarde, como le pasó a Sansón, perdió la fuerza que le daba el Espíritu de Dios, le sacaron los ojos, se burlaron de él y finalmente murió junto a los que estaban en el lugar. 

Entre Sansón y Dalila no podía haber sinceridad, y como la hubo, le costó la vida a Sansón.  Expresar mis verdaderos sentimientos en una relación con alguien que no comparte mis principios cristianos puede causar grietas en los muros de dicha relación, que tarde o temprano van a debilitar la pared del amor y la harán caer. 

Por Mery Bracho.

Jueces 13-16. Santa Biblia.

Imagen cortesía de Kriss Szkurlatowski


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