Dios mío, enséñame a vivir
como tú siempre has querido.
Tú eres mi Dios y salvador,
y en ti siempre confío.
Salmos 25:4-5
como tú siempre has querido.
Tú eres mi Dios y salvador,
y en ti siempre confío.
Salmos 25:4-5
imagen cortesía de Ervin Bacik